EL DESARROLLO DEL LENGUAJE
Uno de los logros más importantes del desarrollo infantil, es la capacidad de comunicarse. Los bebes nacen con la capacidad innata para comunicarse con sus iguales, con los seres humanos. Para ello se requiere del desarrollo de una de las funciones cognitivas más importantes, el lenguaje.
En pocos meses el bebe comienza a comprender el código hablado y posteriormente irá utilizándolo para expresar sus deseos e intereses. Este rápido desarrollo del lenguaje esta unido, evidentemente, a una maduración de ciertas áreas cerebrales y de un aumento de conexiones cerebrales.
Solamente se requiere que el niño este inmerso en un entorno donde las personas mantengan una comunicación a través de palabras, para que esta habilidad se vaya desarrollando.
Veamos a continuación cuales son los 4 niveles de desarrollo del lenguaje.
Desarrollo a nivel fonológico:
Es un proceso complejo que depende de la habilidad que tenga el niño para atender a las secuencias de sonidos del habla, producir sonidos voluntariamente y combinarlos en palabras y frases inteligibles. El mayor desarrollo se produce entre 1 y 4 años de edad.
El trastorno fonológico se caracteriza por presentar una mala pronunciación de las palabras ( ej: pomo por como, totatola por coca cola ). Presentan un lenguaje cuyos padres entienden bien por estar acostumbrados a descifrar sus palabras, pero difícil de entender por personas ajenas a su entorno familiar. Si no llega a corregirse, suelen aparecer dificultades en la lecto-escritura por dificultades en la conversión fonema-grafema.
Son capaces de pronunciar sonidos aislados y grupos de sonidos, pero a la hora de su ordenación y diferenciación dentro de las palabras presentan dificultades. Por tanto no se trata de problemas en la articulación fonética sino de la estructuración fonológica, que se encuentra atrasada para la edad del niño.
Desarrollo a nivel semántico.
Consiste en la adquisición del significado de las palabras y de las oraciones. Por tanto hablamos de la comprensión del lenguaje y comienza su desarrollo antes del desarrollo de la expresión verbal, es decir, antes de emitir la primera palabra.
Los niños que presentan dificultades en este nivel suelen presentar un vocabulario reducido a objetos de su entorno y problemas en la adquisición de conceptos abstractos (colores, formas y espacio-temporales).
Desarrollo a nivel morfosintáctico.
El desarrollo de la morfosintáxis es progresivo y además existe un orden en su adquisición.
Cuando los niños presentan un retraso o dificultades en el desarrollo de este nivel, se caracteriza por un dificultades para asociar palabras en frases y problemas para manejar la gramática. Puede variar en severidad, que puede ir desde una torpeza en la sintaxis a un agramatismo caracterizado por omitir artículos, pronombres…etc, alteración en la secuencia correcta de los componentes de la frase y dificultades para conjugar los verbos.
Desarrollo a nivel pragmático.
La pragmática la podemos definir como el uso que socialmente hacemos del lenguaje. Para que una conversación evolucione adecuadamente, los participantes deben esperar turnos, permanecer con el mismo tema, manifestar los mensajes claramente, hacer comentarios apropiados y capacidad para iniciar, mantener y terminar una conversación.
Cuando un niño tiene dificultades para aprender las reglas, podemos estar ante un trastorno pragmático del lenguaje o también conocido como trastorno semántico- pragmático del lenguaje.
Este trastorno se caracteriza por un retraso leve en el desarrollo del lenguaje, y dificultades en la comprensión y expresión.
Antes de los 4 años, se muestran callados y parecen que tuviesen un problema auditivo, porque no suelen responder cuando se les llama. Presentan en ocasiones un contacto ocular pobre. Cuando son más mayores, a partir de los 4 años, tienen dificultad para expresar lo que quieren y suelen tener intereses restringidos. Persiste la ecolalia tanto de palabras como frases.
PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES
El desarrollo del lenguaje sufre retrasos y/o desviaciones en 10-14% de los niños menores de 6 años. Muchos de estos retrasos son por problemas articulatorios, retraso simple en el lenguaje y suelen resolverse espontáneamente o con mínima ayuda de especialistas durante el periodo de educación infantil.
De ese porcentaje de retrasos, un 4% de niños a partir de 6-7 años, padecen trastornos permanentes del lenguaje de diversa naturaleza: trastorno especifico del lenguaje, asociados a la gama del autismo o déficit en los órganos fonoarticulatorios.
Los trastornos más frecuentes que suelen verse en nuestra consulta son los trastornos fonológicos y el trastorno específico del lenguaje. La intervención debe realizarse en el momento que se diagnostica los déficit que se producen en el lenguaje.
En otra entrada entraremos en detalle de las características de los trastornos del lenguaje antes descritos.
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